domingo, 16 de noviembre de 2008

"LA CUEVA". Tres estrellas en el michelin









Los críticos gastronómicos andan locos por el mundo buscando los mejores restaurantes del mundo. Qué lástima de tiempo perdido....!
Como todos sabemos, en un buen restaurante, a parte de la calidad de la comida y de la ejecución de ésta en cocina, hay otros aspectos importantes: La bodega, la lencería, el servicio, etc.
Un servidor, desde hace unos meses, ha dejado de buscar templos de la restauración. Ya no pierdo más tiempo con crujientes, pimientos infusionados, reducciones de cola cao, gelatinas, ni deconstrucciones de sesos de monos. En cuestiones culinarias, he encontrado, no el templo, sino la catedral. Allí, en ese pequeño reducto, apartado del mundanal ruido, parece que el tiempo se detiene, las preocupaciones se olvidan, la gente charla distendidamente de lo profano y de lo divino, sin prisa, sin un camarero pesado que te mira y remira el plato, a ver si has terminado para colocarte un vasito de orujo verde radiactivo y colocarte la dolorosa.

En la cueva todo discurre con el tempo que marca la propia existencia. Por no medir, no se mide ni el tiempo de cocción de los langostinos en la leche de cabra...

Todo esto no sería posible sin el alma mater del lugar, Ambrosio,que como el director de orquesta, de su propia orquesta, (porque la verdad es que lo hace todo), lo tiene calculado, previsto: las alcachoferas, los huevos de corral, las almendras recién tostadas, las liebres, el vino, ... y que vino!, y cómo no, los puros, perfectos en temperatura, humedad, calibre y vitola.

Bueno, creo que no seguiré contando...sino, depertaré demasiadas envidias. Os dejo una fotos para que veais que lo que os cuento, no es mentira.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero bueno, deja de dar envidia, y haz el favor de decirnos dónde es... cómo se llega. Normalmente se dice el pecado, pero no el pecador... En este caso, los pecadores sois tú y tus amigos; el pecado, la comilona que os meteis, pero que yo recuerde, el refrán nada dice sobre el lugar donde se comete. Si nos pudieras dar una pista...
Luis

Anónimo dijo...

Qué razón tienes tocayo.Este verano tuve el honor de ser convocado por Ambrosio y desde entonces solo espero el día en que pueda repetir.
Saludos

Rafa Vicens